ESTATUAS DE PAYASO (Historias de trabajadores en el McDonald's)
Por favor no pongas mi nombre, lo que voy a contar es muy difícil de creer y es muy probable que desate algunas burlas pero juro que es cierto y quien quiera creerme o no es decisión suya.
ESTATUAS DE PAYASO
Actualmente
quedan pocos restaurantes de McDonald's en el mundo que conservan aquellas
estatuas de payaso tan famosas en los años
90, no sé si se deba a las leyendas
urbanas acerca de estos payasos o si se deba
a alguna otra cosa pero es inevitable
tocar el tema cuando se habla de historias
aterradoras en este restaurante.
Yo trabajé durante algún tiempo en un McDonald's cuando era adolescente allá por 1997 y 1998 en la ciudad de México y tengo que admitir que la razón por la cual renuncie tuvo que ver con uno de esos malditos payasos. Yo siempre llegaba temprano a trabajar, a veces era el primero en llegar y me quedaba ahí afuera sentado por un rato, generalmente aún estaba oscuro mientras yo esperaba que llegara el gerente.
En una ocasión mientras estaba escuchando música en mi walkman vi la silueta de alguien caminando dentro del restaurante pensé que tal vez podía tratarse de un ladrón así que tuve la intención de ir a un teléfono público para llamar a la policía pero luego me pasó por la mente que podía simplemente ser el gerente o algunos de mis compañeros que tenía la llave así que antes de llamar a las autoridades decidí a sumarme por el vídeo del restaurante.
Dentro todo estaba muy oscuro pero aún así pude ver como una silueta entraba en el tobogán de los juegos eso me pareció todavía más raro, pero me quedé mirando y vi como la persona que estaba dentro comenzaba a jugar y caía desde el tobogán hasta la alberca de pelotas, después de eso sentí como mis músculos se paralizaban al ver como de entre todas esas pelotas de colores salía una peluca de color rojo y luego una horrible cara blanca.
Era ese payaso Ronald McDonald, el restaurante estaba jugando como un niño yo tenía muchas ganas de correr pero no podía entre la oscuridad vi como el payaso me miró luego sonrió y me saludó, después de eso se fue corriendo hacia su banca y se sentó en la posición de siempre, quedándose inmóvil como la estatua que se supone que es, por fin mi cuerpo respondió y solté a un grito ahogado me di cuenta de que me había orinado en los pantalones y lleno de miedo y vergüenza salí corriendo de ahí.
Ese día me reporté enfermo y el siguiente también luego llamé al gerente para presentarle mi renuncia obviamente tuve que mentirle sobre los motivos, le dije que necesitaba más tiempo para enfocarme en la escuela sabía que nadie iba a creerme si le contaba lo que había visto.
Desde entonces no he vuelto jamás a un McDonald's no me gusta ni siquiera pasar cerca de uno y me sentí muy aliviado cuando supe que estaban retirando todas esas malditas estatuas de los restaurantes.
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