He
revisado mis documentos una y otra vez, he escrito mi informe lo he borrado y
vuelto a empezar tantas veces que ya perdí
la cuenta pero todavía hay algo que
no tiene sentido.
El martes pasado un taxista
llamó a la estación de policía diciendo
que había visto a un sujeto muy sospechoso
después de los eventos de los últimos
meses.
Nuestros superiores decidieron
hacerlo público para pedir ayuda
a los ciudadanos.
Recibimos más de 300
llamadas en los primeros tres días, después
de eso seguíamos sin tener pistas
del carnicero como lo había llamado
la prensa.
Este sujeto había estado
asustando a la ciudad durante al menos
seis meses y parecía escoger a sus víctimas
completamente al azar pero
todo cambió después de la llamada de
este taxista, no había conexión entre sus
víctimas como dije ninguna similitud nada
que indicara un patrón lo único que tenían
en común estas pobres almas era la
forma tan brutal en la que habían sido assinados.
Todos ellos les habían abierto
el pecho mientras aún se encontraban
con vida y conscientes, algo que
de hecho creía era imposible, hasta entonces
la autopsia de sus cadáveres reveló que sus corazones aún palpitantes, habían
sido arrancados de su cuerpo.
Esa
tarde fuimos al lugar donde el taxista
había visto al tipo sospechoso y al
llegar nos encontramos con una escena de
pesadilla.
El
piso y las paredes del almacén abandonado
donde lo encontramos estaban cubiertos
de sangre todo estaba cubierto de
rojo en todas sus tonalidades posibles
hasta llegar a la más oscura.
Había
sangre fresca mezclada con sangre seca
y vieja que parecía llevar ahí muchos
días o incluso meses, arrestamos
al hombre y no puso resistencia
alguna su rostro estaba torcido
con una sonrisa espeluznante solo llevaba
un par de pantalones sin camisa sin
zapatos y
sus antebrazos todavía estaban cubiertos
con la sangre de su última víctima.
Ahora también teníamos la respuesta
a otra pregunta acerca de lo que
el asesino había hecho con los corazones
de sus víctimas pues algunos trozos
de tejido y sangre aún seguían pegados
en las comisuras de su boca al
parecer el sujeto se los comía.
El
psiquiatra que habló con el sospechoso
informó que se había engañado a
sí mismo con la ilusión de ser un demonio
atrapado en el cuerpo de un ser humano
y cuyo único camino hacia la libertad
era comer los corazones de 48 personas
y que sólo le faltaba uno más para
poder ser libre.
El psiquiatra dijo también
que nunca había visto un caso como
éste y que de hecho no había podido evitar
sentir escalofríos al escuchar al sujeto
narrar con tanto detalle su historia
y cada una de las muertes que había
perpetrado.
En
su informe el doctor dejó muy claro que
el sujeto no parecía estar fingiendo para
alegar demencia en el juicio más bien
parecía creer firmemente en cada palabra
que decía
A la mañana siguiente de haberlo arrestado
encontramos al tipo muerto en su
celda se había suicidado, descartamos el
asesinato pues se encontraba en una senda
especial aislada de todas las demás según
el informe de la autopsia.
Había muerto
de la misma forma que sus víctimas
no entiendo cómo alguien sería capaz
de tal cosa, como podría ser física o
fisiológicamente posible que alguien pudiera
abrirse el pecho a sí mismo solo con
la fuerza de sus manos y uñas pero más
importante aún y lo que para mí sigue
sin tener sentido en este caso cómo
es que durante la autopsia encontraron
su corazón masticado dentro de
su estómago.
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